La fuerza del voluntariado educativo

Mar 4, 2025

La fuerza del voluntariado educativo

Mar 4, 2025

Un año más, el servicio de refuerzo educativo que ofrece la Fundación de la Esperanza acoge durante las tardes a varios grupos de alumnos de entre 3 y 24 años.

Hay más de 200 niños, adolescentes y jóvenes que se benefician del servicio, divididos en grupos según la edad y la etapa formativa en la que se encuentran. Los acompañan una treintena de personas voluntarias, que forman equipo con los educadores y las educadoras de los Servicios Educativos.

Para los alumnos y las alumnas, el servicio va más allá del hecho de estar una tarde haciendo deberes y resolviendo dudas. Significa poder estar en un espacio adecuado a las necesidades del estudio, en un ambiente tranquilo donde poder concentrarse. Además, disponer de la ayuda de los voluntarios es especialmente valioso para ellos y ellas, dado que, en muchas ocasiones, sus familiares no han recibido la misma educación o o no dominan tanto el idioma como para ofrecerles apoyo.

Para las personas voluntarias es igualmente beneficioso: les permite participar de un proyecto que promueve la convivencia, la solidaridad y la integración mientras viven una experiencia única, que les aporta aprendizajes que no han adquirido de ninguna otra forma.

Así lo explica Raquel, voluntaria en el grupo de 1º y 2º de la ESO:

Cada semana espero con ilusión que llegue el jueves para compartir la tarde con los niños y los educadores de la Fundación de la Esperanza. 

En una sociedad cada vez más individualista, encontrar un espacio de acción donde implicarte personalmente y dedicar tu tiempo a acompañar, escuchar, aprender, reflexionar, disfrutar… ¡Creo que es un auténtico privilegio!

Justine, estudiante de Periodismo y Ciencias Políticas y voluntaria en el grupo de 3º y 4º de la ESO, añade:

Ser voluntaria me ha hecho ver las cosas desde otra perspectiva. Más que ayudar con los deberes, se trata de estar presente, escuchar y acompañar. A veces es un reto, sobre todo cuando están cansados, pero también es gratificante ver cómo aprenden y confían en ti. Es una experiencia que te cambia.

Así, gracias a la implicación de personas como Raquel y Justine, la Fundación puede recibir a centenares de alumnos y alumnas del barrio y ofrecerles la oportunidad de estudiar en un espacio adecuado y con el apoyo de personas que se convierten en referentes para ellos y ellas.

Compartir