“El voluntariado me aporta felicidad.”

“El voluntariado me aporta felicidad.”
Manuel Rodríguez Alonso
Manuel Rodríguez Alonso
Estudiante de Magisterio en la Blanquerna Universitat Ramon Llull

Manuel ya lleva un par de cursos colaborando con la Fundació y combinándolo con sus estudios en la facultad de Magisterio de Blanquerna-URL. Ha estado haciendo sus prácticas en una escuela de alta complejidad, una prueba más de la vocación y entrega que demuestra en su implicación con el equipo educativo de la Fundació. Para conocer su perspectiva como voluntario le hemos hecho una pequeña entrevista de la que extraemos el siguiente fragmento.

¿Qué te aporta el voluntariado que realizas en la FLE?

El voluntariado me aporta varias cosas. Primero, me sirve mucho para lo que estoy estudiando, para lo profesional. Me sirve, por ejemplo, como práctica a través del prueba y error: vengo con alguna idea y la pruebo, veo cómo funciona y cómo responden los niños. 

Aparte de eso me aporta varias cosas, sobre todo muchas ganas. Parece mentira, pero me aporta felicidad, vengo con muchas ganas siempre. Normalmente acabas destrozado al salir, sobre todo por el grupo de los lunes y los miércoles. Aún así, siempre vengo con muchas ganas de hacer cosas, de verlos y de estar con ellos y ayudarles. Paso un muy buen rato y disfruto de su compañía.

Puede parecer un tópico, pero es verdad, ¡el voluntariado con los niños y niñas de la Fundación me aporta felicidad!

¿En qué aspectos crees que mejora la vida de los niños y las niñas?

Yo creo que lo que les da, sobre todo, si los educadores y los críos se lo toman en serio, es otra forma de ver las cosas. Eso seguro, y desde una mirada más relajada, más tranquila, no tanto de presión como puede ser en la escuela. Les da otro punto de vista a lo que están acostumbrados en casa y en la escuela. Y aparte les permite conectar y conocer a otros niños y niñas que no conocerían de otra forma.

¿Alguna frase o idea que te sugiera el voluntariado que estás realizando con los niños y las niñas?

Si me preguntan por qué hago voluntariado en la Fundación, sinceramente es porque me lo paso muy bien. Estoy muy contento con ellos y aprendo, y considero que ellos también aprenden.

Ahora estamos en un proyecto muy chulo con Elia, basado en lo que detectamos en el grupo. Es un proyecto de respeto y gestión de emociones, porque a la mayoría les cuesta mucho, mucho… No sé si por lo que viven o porque no se lo fomentan. Es horrible intentar hablar con ellos de ciertas cosas, les cuesta mucho y se bloquean.

Y cuesta mucho que se respeten también. Les cuesta hablar de lo que sienten, se lo toman todo a broma… Me ha chocado verlo, no estaba acostumbrado a la forma en que tratan los sentimientos. Incluso se burlan de los sentimientos, del respeto… Son muy pequeñitos y eso me choca. Yo soy muy pesado con ello, me puedo pasar horas hablando e intentando hacerlos pensar.

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