La Casa de Recés ha sido el escenario de una experiencia transformadora con la realización de un taller artístico en el que han participado de primera mano las mujeres que viven allí. Ha tenido lugar durante varios fines de semana, y ha servido como oportunidad para profundizar en el valor de la comunidad y la fuerza colectiva.
El taller empezó con dinámicas creativas que permitieron a las participantes explorar, mediante dibujos y textos, qué significa para cada una de ellas, y para el conjunto del grupo, el hecho de estar juntas y ser fuertes. Este proceso de reflexión culminó en la cocreación de un mural entre las residentes y Gemma Fontanals, junto con B-Murals. Una intervención artística que, además de embellecer la azotea de la Casa de Recés, la ha convertido en un lugar lleno de significado para las residentes.
El mural se presentó durante la celebración anual de la Casa de Recés, coincidiendo con el día de Nuestra Señora de la Esperanza. Durante el acto, las participantes compartieron las siguientes palabras, que sintetizan la esencia del proyecto:
“Este año hemos hecho un mural en la azotea de la Casa de Recés. Primero, hemos querido aprovechar un espacio de la casa para intervenir y hacerlo más propio; más nuestro. Así, este espacio que transitamos diariamente ahora forma parte de nuestra cotidianidad de una manera más personal, con el cual nos podemos sentir identificadas, y deja huella de nuestro paso por la casa.
Además, bajo el lema ‘Juntas somos más fuertes’, hemos procurado profundizar en lo que significa esto para nosotras: estar juntas, ser fuertes. Dar valor a lo que compartimos y a lo que nos une; si nos sentimos fuertes o si nos reconocemos como personas que, a veces, anhelan disfrutar de un receso.”
Con todo, esta iniciativa ha ofrecido a las residentes la oportunidad de expresarse, compartir y construir un espacio que ahora las representa y las une. El mural, visible en la azotea, no es solo un elemento decorativo, sino también un testigo de su fortaleza e identidad como grupo.